Cuzcurrita de Río Tirón, La Rioja: un paseo entre murallas, vino y devoción
Enclavada en el corazón de la Rioja Alta, en la comarca de Haro y a apenas 51 km de Logroño, la villa de Cuzcurrita de Río Tirón se despliega como un pequeño gran tesoro rodeado de viñedos, colinas suaves y las aguas constantes del río Tirón, que la atraviesa de lado a lado. Esta localidad, de apenas 550 habitantes, es mucho más que un simple punto en el mapa: es historia viva, arquitectura con carácter, patrimonio espiritual y tierra de vino con cuerpo. A lo largo de sus calles empedradas, flanqueadas por casonas nobles, balcones floridos y piedras con escudos que nos hablan de otros tiempos, Cuzcurrita nos ofrece un recorrido que mezcla el alma medieval de una plaza fuerte con la autenticidad de una villa agrícola y devota. Un lugar para dejarse llevar por la calma, la belleza del entorno natural y los sabores de una tierra fértil que lo ha dado todo durante siglos.

Breve introducción geográfica e histórica
Cuzcurrita ocupa una superficie de 19,2 km² y se asienta a 519 metros de altitud sobre el nivel del mar, a los pies del monte El Bolo, una colina que le sirve de telón de fondo e identidad. El río Tirón, uno de los siete ríos que cruzan la región hacia el Ebro, atraviesa el casco urbano y ha sido históricamente el eje de su actividad económica y cultural. Los primeros documentos que mencionan a la villa datan del año 1062, cuando una Real Cédula del rey Sancho Garcés IV de Navarra otorgaba propiedades en la zona a un noble de Zarratón.

Ya entonces, el topónimo aparecía como “Coscorrita”. Con el paso de los siglos, y tras diversos cambios de manos y denominaciones, en 1367 el rey Enrique II de Castilla otorgaba el Señorío de Cuzcurrita a Juan Martínez de Rojas, consolidando su importancia estratégica. Durante el siglo XVI, Pedro Velasco y su esposa Marta de Rojas fundaban el mayorazgo de Cuzcurrita, dejando como testimonio su escudo esculpido en piedra en la puerta del castillo. La villa fue amurallada y fortificada, y su importancia como enclave defensivo quedó patente hasta bien entrado el siglo XIX. Fue también uno de los 54 municipios fundadores de la Real Sociedad Económica de La Rioja en 1790, ejemplo de su implicación en los ideales ilustrados.

Joyas Arquitectónicas y Culturales
El patrimonio de Cuzcurrita de Río Tirón es un reflejo de su rica historia y un deleite para los sentidos.
Castillo de los Velasco: piedra, poder y linaje
Dominando el paisaje, el Castillo de los Velasco, construido a finales del siglo XIV o principios del XV por Pedro Suárez de Figueroa, es una fortaleza imponente. Este recinto amurallado, con cubos en sus ángulos, destaca por su esbelta Torre del Homenaje, una de las más singulares de La Rioja por su armonía dimensional y la casi total ausencia de vanos en sus muros.

En el siglo XVI, la unión de Pedro de Velasco y Marta de Rojas y Osorio, marcó la fundación del mayorazgo, y el escudo de armas que labraron en la portada de arco apuntado del muro norte, defendida por un bello matacán, es un testimonio de su legado. Desde 1980, el castillo está incoado como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento, reconociendo su valor histórico y arquitectónico. A los pies de la fortaleza, un antiguo lavadero del siglo XIX aprovecha las aguas cercanas del río, añadiendo un toque pintoresco al conjunto.

La Iglesia de San Miguel: barroco con carácter
En el corazón de la Plaza Mayor, la Iglesia de San Miguel Arcángel se alza majestuosa, declarada Monumento Nacional desde 1978. Esta obra cumbre del barroco riojano, construida entre 1753 y 1766 con piedra arenisca de las canteras locales, es un prodigio arquitectónico. Su fachada principal es una sinfonía de curvas, con un plano central convexo y laterales cóncavos que crean un efecto ondulante, culminando en un frontón curvilíneo con volutas y columnas.

La torre, que se eleva en medio de la fachada, presenta un cuerpo octogonal superpuesto a uno cuadrado, coronado por un capitel con multitud de pináculos, siguiendo las directrices del barroco riojano difundidas por los Raón. El interior, de planta rectangular con tres naves, cabecera y coro alto, albergó un retablo mayor neoclásico de Miguel Antonio de Jáuregui, lamentablemente destruido en un incendio en 1974 que también afectó las cubiertas y el órgano. A pesar de este suceso, la iglesia sigue siendo un pilar del patrimonio local.

Las ermitas del alma: Sorejana y Tironcillo
En los alrededores de la villa encontramos dos ermitas que forman parte del patrimonio espiritual y emocional de sus habitantes. La Ermita de Nuestra Señora de Sorejana, situada 1,5 km río arriba, es una construcción de origen románico tardío del siglo XII y único vestigio del antiguo poblado de Sorejana. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1981.

Por otro lado, a 3 km río abajo, se localiza la Ermita de Nuestra Señora de Tironcillo, construida en el siglo XVIII con estilo barroco. Su nombre hace referencia cariñosa al río Tirón, y la devoción hacia la imagen de la Virgen del Tironcillo es profunda entre los vecinos, siendo protagonista de algunas de las festividades más importantes del año.

Paseo por el casco histórico: belleza de piedra y geranios
El paseo por el casco histórico de Cuzcurrita es una experiencia en sí misma. Desde la Plaza Mayor, el entramado urbano conserva aún el trazado medieval con calles estrechas, casonas señoriales, balcones de forja y fachadas adornadas con flores. Es un recorrido lleno de encanto en el que conviven la elegancia de la arquitectura barroca con la sencillez rural, reflejo de siglos de historia y vida. Los palacetes con escudos de armas, la piedra tallada, los balcones de madera y la atmósfera tranquila hacen de esta villa un lugar perfecto para perderse con la cámara en mano. No faltan tampoco pequeñas bodegas, comercios locales y rincones con sabor tradicional.

El Rollo y el Monte El Bolo
A las afueras de la villa, en el monte El Bolo, se encuentra El Rollo, un monumento que antaño era el símbolo inequívoco de que Cuzcurrita era un lugar de señorío, dotado de la potestad de impartir justicia. El monte El Bolo, además de albergar este histórico elemento, es un signo identitario de la villa y ofrece un entorno natural privilegiado.

Senderismo entre viñas, agua y monte
Además de su patrimonio, Cuzcurrita nos ofrece una atractiva red de senderos que permiten descubrir su entorno natural en rutas accesibles para todos los públicos. Entre las más recomendables están:
- Sendero de la Presa del Río
- Paseo del Río Tirón
- Sendero de la Ermita de Sorejana
- Sendero de la Ermita de Tironcillo
- Sendero del Monte El Bolo
Estos caminos nos llevan a través de viñedos, junto al curso del río, o a lo alto de las colinas, brindando la posibilidad de disfrutar de la flora autóctona, el canto de las aves y panorámicas inolvidables. Es también una magnífica forma de conectar con la cultura del vino que impregna cada rincón del valle.

Tradición y devoción: fiestas con alma
Cuzcurrita celebra con fervor sus festividades tradicionales, muchas de ellas ligadas a la Virgen del Tironcillo y a la Virgen de Sorejana, figuras profundamente veneradas por los vecinos. Entre las celebraciones más destacadas se encuentran:
- El fin de semana anterior a Pentecostés, la Virgen de Sorejana es trasladada en procesión a su ermita.
- La Pascua de Pentecostés es una fiesta en honor a Nuestra Señora del Tironcillo, con una emotiva romería a su ermita.
- El 27 de mayo se celebra la festividad del Tironcillo.
- El 8 de septiembre, la imagen de la Virgen de Sorejana regresa en procesión desde su ermita a la parroquia de San Miguel Arcángel.
- Del 29 de septiembre al 1 de octubre, las fiestas en honor a San Miguel Arcángel son el culmen del calendario festivo, con el día 29 como jornada grande de misa y procesión.
Estas fiestas son una expresión viva de las tradiciones de Cuzcurrita, en las que se mezcla lo religioso, lo popular y lo gastronómico, con bailes, encuentros familiares y el siempre presente vino local.

Dónde dormir en Cuzcurrita de Río Tirón
Pese a su pequeño tamaño, Cuzcurrita cuenta con opciones encantadoras para quedarse a pasar la noche. Desde alojamientos rurales con encanto hasta pequeños hoteles con historia, dormir aquí es parte de la experiencia. Puedes optar por una casa señorial reconvertida en hotel boutique, ideal para una escapada romántica, o por un hostal tradicional si prefieres algo más sencillo pero acogedor. Muchos de ellos están a pocos pasos del castillo o de las bodegas, y ofrecen desayunos caseros, patios interiores y un trato familiar que invita a quedarse más de una noche. Te dejamos las 3 mejores opciones, que además valen para todos los bolsillos:
Una tierra de vino que “todas las penas quita”
¿Buscas un destino tranquilo, cargado de historia, con paisajes naturales, senderos, patrimonio monumental y un vino para recordar? Cuzcurrita de Río Tirón te espera con los brazos abiertos, entre piedras centenarias, murallas que susurran relatos antiguos y un río que, como su gente, fluye con alma propia. Una jota local lo expresa con gracia: «En España hay una Rioja / y en La Rioja un Cuzcurrita, / y en Cuzcurrita un clarete / que todas las penas quita.» Una frase que resume con acierto lo que ofrece esta villa: autenticidad, sabor y alegría de vivir. Para disfrutar al máximo de tu escapada, te dejamos algunos productos útiles que puedes adquirir antes de tu viaje para que vayas lo mejor preparado:
- Mochila Ligera con Bolsa de Hidratación
- Powerbank Solar
- Sombrero con Protección 50 para el Sol
- Botella de Agua Térmica de Acero Inoxidable
- Cámara Instantánea Mini Instax
- Gafas de Sol Unisex
En este artículo encontrarás algunos enlaces de afiliado. Si reservas o compras algo a través de ellos, nos ayudas a seguir creando contenido independiente y útil, sin que a ti te cueste nada extra. ¡Mil gracias por hacerlo posible!