Cala Blanca, Menorca: arena blanca, aguas cristalinas y un entorno histórico único
A tan solo cinco kilómetros de Ciutadella, en la costa suroeste de Menorca, se esconde un rincón que hace honor a su nombre: Cala Blanca. Una playa pequeña en dimensiones, pero inmensa en belleza, donde la blancura de la arena y la transparencia del agua se convierten en los protagonistas absolutos. Su ubicación, entre Cala Santandria y s’Aigo Dolça, la hace muy accesible y, al mismo tiempo, un punto ideal para quienes buscan combinar descanso en la playa con visitas culturales e históricas. En este artículo descubrirás todo lo que necesitas saber para aprovechar al máximo tu visita: desde la historia y los yacimientos arqueológicos que rodean el lugar, hasta la biodiversidad de su entorno, sus servicios, accesos y, por supuesto, los planes más recomendables para disfrutarla.

Un rincón junto a Ciutadella con nombre propio
El topónimo de Cala Blanca se debe al blanco característico de su arena, que contrasta con el azul intenso del mar. Se trata de un entrante de mar con forma de “U” y flanqueado por cantiles rocosos de baja altura, sobre los que se alzan viviendas turísticas y residenciales de la urbanización homónima. Aunque hoy la playa se encuentra integrada en una zona urbana con hoteles, apartamentos y restaurantes, no ha perdido su esencia natural. De hecho, al adentrarse en el agua sorprende la transparencia de su fondo arenoso, que invita tanto a nadar como a practicar snorkel en sus rincones rocosos laterales.

Dimensiones y características físicas
Cala Blanca no es una playa grande.
- Sus medidas varían en función de los temporales y las lluvias, pero en promedio cuenta con 30 a 50 metros de longitud y unos 40 metros de anchura. A pesar de sus reducidas dimensiones, el entorno genera la sensación de amplitud gracias a la apertura hacia poniente y a la brisa marina que suaviza las altas temperaturas del verano.
- La pendiente es suave, lo que la hace perfecta para familias con niños, y el agua suele ser tranquila y poco profunda en la orilla. Sin embargo, al estar orientada al oeste, está expuesta a los vientos de poniente, que ocasionalmente pueden generar oleaje.
- En la entrada de la cala destaca el pequeño Illot de Cala Blanca, un islote que marca el margen izquierdo de la bocana y le da un aire aún más pintoresco.

Una playa concurrida en verano
La belleza de Cala Blanca no pasa desapercibida. Durante la temporada estival se llena de turistas y locales atraídos por su encanto y por la cercanía de múltiples alojamientos. Su alta afluencia no le resta atractivo, aunque conviene llegar temprano para asegurar un buen lugar en la arena, especialmente en julio y agosto. La proximidad de bares, restaurantes, supermercados y farmacias en la urbanización facilita que sea un lugar cómodo, ideal para quienes buscan un día de playa sin necesidad de grandes desplazamientos.

Historia y patrimonio en los alrededores
Pocos lugares combinan tan bien naturaleza y patrimonio arqueológico como Cala Blanca. En sus inmediaciones encontramos restos que nos transportan a miles de años atrás, cuando los primeros habitantes de Menorca dejaron su huella en forma de navetas y cuevas.

- Naveta de Perelleta o de habitación: un vestigio talayótico datado entre el 2000 y el 1200 a.C. que formaba parte del periodo pretalayótico.
- Cova de s’Aigo: una cueva natural con estalactitas, estalagmitas y un lago interior de gran valor geológico y arqueológico. Actualmente se encuentra acondicionada para visitas turísticas, ofreciendo un recorrido fascinante bajo tierra.
- Coves de Parella: grutas que esconden lagunas interiores y formaciones espectaculares.
Estos elementos convierten a Cala Blanca en mucho más que una playa: es un punto de encuentro entre ocio, cultura e historia.

Paisaje y biodiversidad
Aunque urbanizada, Cala Blanca todavía conserva rincones naturales valiosos. En la parte trasera se mantiene un sistema dunar reducido, acompañado de pinares y vegetación autóctona. Entre las especies que podemos encontrar destacan:
- Pino carrasco (Pinus halepensis)
- Acebuche (Olea europaea var. sylvestris)
- Sabina (Juniperus phoenicea)
- Plantas propias de dunas como el barrón (Ammophila arenaria), la azucena marina (Pancratium maritimum) o el cuernecillo de mar (Lotus cytisoides).
En el fondo marino predomina la arena, aunque en los laterales rocosos y a mayor profundidad aparecen praderas de Posidonia oceanica, fundamentales para la salud del ecosistema. Junto a ellas conviven algas rojas y verdes, además de fauna marina como el cangrejo moruno, el serrano o el curioso briozoo conocido como “falso coral”.

Afloramientos de fitoplancton
Durante el verano, en Cala Blanca pueden producirse episodios de afloramientos de fitoplancton, pequeñas algas microscópicas que tiñen el agua de un tono verdoso. No representan un peligro para las personas y forman parte de un proceso natural que ocurre cuando se dan condiciones ideales: altas temperaturas, ausencia de oleaje y abundancia de nutrientes. Aunque a simple vista pueda sorprender el cambio de color, lo cierto es que la calidad del agua sigue siendo buena y, en pocos días, los afloramientos desaparecen por sí solos.

Servicios disponibles
Una de las ventajas de Cala Blanca es que, a pesar de su tamaño, ofrece todos los servicios necesarios para disfrutar de un día de playa cómodo y seguro:
- Aparcamiento gratuito en los alrededores.
- Línea de autobús nº 64 desde Ciutadella.
- Socorrismo y balizamiento de junio a septiembre.
- Duchas y baños públicos en temporada alta.
- Alquiler de hamacas y sombrillas.
- Zona de picnic.
- Actividades náuticas durante el verano.
- Restaurantes, bares, farmacias y supermercados a pocos metros.
Además, la playa cuenta con la certificación medioambiental ISO 14001, que garantiza una gestión responsable del entorno.

Seguridad en la playa
Al igual que en otras calas de Menorca, el baño en Cala Blanca está regulado por el sistema de banderas de colores:
- Roja: baño prohibido por peligro.
- Amarilla: precaución, baño permitido.
- Verde: baño permitido con seguridad.
- Naranja: socorrista ausente.
En caso de no haber servicio de vigilancia, se recomienda extremar la precaución, especialmente en días de oleaje o viento fuerte. También conviene recordar que, por ordenanza municipal, no está permitido el acceso con animales de compañía.

Cómo llegar a Cala Blanca
El acceso es muy sencillo. Desde Ciutadella, basta con tomar la carretera hacia el sur en dirección a Cala’n Bosch (Me-24) y desviarse hacia la urbanización de Cala Blanca, perfectamente señalizada. En menos de 10 minutos en coche se llega a la playa. Para quienes no dispongan de vehículo, la mejor opción es el transporte público. La línea 64 de autobús conecta Ciutadella con Cala Blanca durante el verano, con paradas muy próximas a la playa.
Cala Blanca al atardecer
Uno de los momentos más especiales para visitar Cala Blanca es al caer la tarde. Su orientación oeste permite disfrutar de unas puestas de sol espectaculares, con el perfil de la isla de Mallorca recortándose en el horizonte. Es habitual ver a visitantes y locales reunidos en la arena o en los bares cercanos para contemplar este espectáculo natural.

Consejos para disfrutar de Cala Blanca
- Madrugar: en verano se llena rápidamente, llegar temprano asegura sitio en la arena.
- Snorkel en los laterales: aunque el fondo es arenoso, las zonas rocosas guardan sorpresas marinas.
- Visitar la Cova de s’Aigo: una excursión diferente y cercana, perfecta para combinar playa y cultura.
- Respetar la naturaleza: no pisar las dunas ni arrancar plantas, y evitar el uso de cremas solares dañinas para la Posidonia.
- Disfrutar de la puesta de sol: un momento mágico que convierte Cala Blanca en un lugar inolvidable.

Alojamiento en Cala Blanca
La urbanización ofrece múltiples opciones para hospedarse, desde hoteles frente al mar hasta apartamentos turísticos y casas vacacionales. Gracias a su cercanía a Ciutadella, también es posible alojarse en la ciudad y desplazarse en pocos minutos a la playa. Te dejamos las tres opciones más valoradas por los usuarios:
Conclusión
Cala Blanca en Menorca es un lugar donde se unen la tranquilidad de un entorno natural, el atractivo de una playa de aguas cristalinas y la riqueza cultural de los restos arqueológicos que la rodean. Su accesibilidad, servicios y cercanía a Ciutadella la convierten en una de las mejores opciones para quienes buscan disfrutar del Mediterráneo en estado puro, sin renunciar a la comodidad. Ya sea para pasar un día de sol, para explorar cuevas milenarias o para contemplar una de las mejores puestas de sol de la isla, Cala Blanca es un destino imprescindible en cualquier viaje a Menorca. A continuación te dejamos una lista de objetos que te pueden venir bien en tu preparación en tu viaje:
- Zapatillas de senderismo
- Set de Snorkel
- Toalla de microfibra compacta
- Crema solar resistente al agua
- Gafas de sol polarizadas
- Chanclas antideslizantes
- Mochila antirrobo
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