Cala Blava, Mallorca: una cala escondida junto a la bahía de Palma
En la costa sur de Mallorca, muy cerca de la turística zona de s’Arenal y a tan solo unos kilómetros de Palma, se esconde una pequeña joya del litoral balear: Cala Blava, también conocida como Cala Mosca o Cala Mosques. Aunque se encuentra dentro de una urbanización del mismo nombre, la cala conserva un aire tranquilo y familiar que la convierte en un refugio perfecto para quienes buscan huir de las playas más masificadas de la isla. Arena dorada, aguas limpias de tonos azul turquesa y un entorno de acantilados que regalan vistas espectaculares de la bahía de Palma hacen de Cala Blava un lugar especial. Su reducido tamaño, su ambiente discreto y su cercanía a la capital hacen que sea una escapada ideal para un día de relax en Mallorca.

Cala Blava: la urbanización y su playa
Cala Blava no es solo una playa, sino también una urbanización residencial perteneciente al municipio de Llucmajor, que limita directamente con el término de Palma. Se encuentra junto a las zonas de Son Verí Nou y Bellavista, y cuenta con poco más de 300 habitantes estables durante el año, aunque en verano la población aumenta con la llegada de residentes temporales y turistas.

Dentro de la urbanización encontramos una pequeña plaza, Plaza México, donde se localiza el único bar de la zona: el Bar Cala Blava, un punto de encuentro vecinal que además organiza actividades deportivas y cursos de natación o tenis. El ambiente de la urbanización es muy familiar y tranquilo, alejado del bullicio de las grandes zonas turísticas, pero lo suficientemente cerca de Palma y El Arenal como para tener todo a mano.

La playa de Cala Blava
La playa de Cala Blava, también llamada Cala Mosca, es un pequeño entrante de arena encajado entre roquedales bajos. Sus dimensiones son reducidas —unos 30 metros de largo por 20 de ancho—, lo que contribuye a su ambiente íntimo y acogedor. El acceso se realiza por escaleras con barandilla, lo que la hace cómoda pero no del todo accesible para personas con movilidad reducida. A diferencia de otras playas de Mallorca, aquí no hay chiringuitos, sombrillas, hamacas ni socorristas, por lo que se recomienda llevar agua, comida y todo lo necesario para pasar unas horas. La sombra es escasa, así que una sombrilla propia puede ser un buen aliado.

A pesar de su reducido tamaño, Cala Blava tiene un encanto especial. El fondo marino arenoso con algunas zonas de rocas y posidonia le da ese color azul intenso característico, perfecto para nadar, hacer snorkel o simplemente dejarse flotar en aguas tranquilas. Durante el verano el oleaje es prácticamente inexistente, lo que la hace ideal para familias con niños pequeños. El entorno es singular: en las cercanías se levantan acantilados de hasta 25 metros de altura, que ofrecen miradores naturales hacia la bahía de Palma y su skyline urbano. Un paseo al atardecer por esta zona regala imágenes inolvidables de la capital mallorquina iluminada por el sol poniente.

Ambiente y visitantes
Aunque Cala Blava está dentro de una urbanización y su entorno está muy urbanizado, la playa es usada principalmente por vecinos de la zona y residentes de verano. No suele ser un lugar de paso para turistas internacionales como ocurre en Cala Major o Playa de Palma, lo que le da un ambiente más tranquilo y auténtico. En temporada alta puede haber cierta afluencia, especialmente en agosto, pero difícilmente alcanza la masificación de otras playas cercanas. Es precisamente ese carácter semi-local lo que hace que muchos la consideren una de las calas secretas de Mallorca, aunque cada vez va ganando más popularidad.

Fiestas y vida local
Uno de los aspectos más curiosos de Cala Blava es que, a pesar de ser una urbanización pequeña, cuenta con sus propias fiestas de verano, que se celebran entre el 11 y el 30 de agosto. Durante estas semanas la comunidad organiza torneos deportivos —ping-pong, vóley y fútbol playa—, actividades infantiles, noches de cine al aire libre y espectáculos. La cita culmina el 30 de agosto con la verbena, una fiesta popular que se celebra en la Plaza México con música en directo, entrega de premios y actividades para todas las edades. La noche termina con reuniones en la playa y, en ocasiones, con el ambiente más juvenil del clásico botellón. Aunque no se trata de una gran festividad a nivel insular, sí aporta un toque muy local y comunitario que muestra el espíritu vecinal de Cala Blava.

Dónde comer cerca de Cala Blava
Aunque en la propia cala no hay chiringuito, sí existe un restaurante con historia: el Restaurante Cala Blava, que se encuentra en un edificio de dos plantas con terraza panorámica sobre la bahía. Es un local familiar con más de 50 años de trayectoria, especializado en paellas, carnes a la brasa y cocina mallorquina tradicional, con platos como albóndigas de pulpo, sepia con cebolla o frito marinero. El restaurante tiene además una peculiaridad: en sus bajos alberga una escuela de buceo y una piscina de agua salada exclusiva para clientes, lo que lo convierte en una opción atractiva si visitas la cala en familia. Eso sí, conviene reservar, ya que su temporada de apertura va de mayo a octubre. Si buscas más variedad, basta con acercarse a El Arenal, a solo 5 km, donde encontrarás una amplia oferta de restaurantes, bares y terrazas frente al mar.

Qué hacer en Cala Blava y alrededores
La cala en sí invita al descanso y al baño tranquilo, pero su ubicación estratégica permite combinar la visita con muchas otras actividades. Algunas ideas:
- Snorkel y buceo: las aguas limpias y el fondo marino de arena y rocas hacen que Cala Blava sea perfecta para iniciarse en el snorkel. La escuela de buceo del restaurante ofrece cursos y salidas para quienes quieran profundizar más.
- Excursión por los acantilados: el tramo de costa entre Cap Rocat y Cap Blanc es espectacular. Senderos y caminos costeros permiten recorrerlos a pie, disfrutando de panorámicas únicas del Mediterráneo.
- Vistas desde Cabo Enderrocat: a solo 2 km de la urbanización, este cabo ofrece algunas de las vistas más impresionantes de la bahía de Palma.
- Mercado de S’Arenal: todos los jueves se celebra este mercado tradicional, perfecto para combinar playa con ambiente local.
- Patrimonio prehistórico: a unos 20 km se encuentra el poblado talayótico de Capocorb Vell, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Mallorca.
- Diversión familiar: a pocos minutos en coche están el Aqualand Arenal, el parque de aventuras Forestal Park y el Palma Aquarium, tres propuestas ideales si viajas con niños.
- Paseos en barco: desde el puerto de s’Arenal salen excursiones marítimas hacia distintas calas del sur, lo que permite descubrir la costa desde una perspectiva diferente.

Consejos prácticos para disfrutar de Cala Blava
- Lleva provisiones: al no haber bares ni tiendas junto a la playa, conviene ir preparado con agua y algo de comida.
- Sombrilla imprescindible: la escasez de sombra hace que en pleno verano el sol sea intenso.
- Zapatos cómodos: aunque la playa es de arena, el entorno es rocoso y los accesos se hacen por escaleras.
- Mejor en días laborables: si quieres disfrutarla con menos gente, evita domingos y festivos en agosto.

Qué ver en Mallorca
En tu visita a la isla, te dejamos una serie de lugares que tenemos incluidos en nuestro mapa por si los quieres añadir a tu itinerario:
-Playas y calas paradisíacas
- Cala Romántica: es una cala escondida, con acantilados cubiertos de pinos y aguas de un azul cristalino que invitan a perderse. A 58 minutos en coche (61.6 km).
- Portal Vells: zona costera que cuenta con aguas cristalinas, tres pintorescas calas y una cueva histórica. A 39 minutos en coche (41.8 km).
- Camp de Mar: elegido por viajeros que buscan playas de ensueño, gastronomía de calidad y un entorno tranquilo. A 35 minutos en coche (42.6 km).
- Cala Mesquida: experiencia playera en un entorno aún salvaje, lejos del bullicio de las zonas más urbanizadas. A 1 hora y 9 minutos en coche (84 km).
-Lugares con Encanto
- Cala Figuera: encantador puerto pesquero, conocido por su belleza natural y su ambiente tranquilo. A 44 minutos en coche (46.5 km).
- Sa Pobla: lugar con patrimonio cultural y un entorno natural único como el Parc Natural de s’Albufera. A 46 minutos en coche (61 km).
- S’Illot: lugar que combina un pasado arqueológico único, playas tranquilas y un ambiente relajado. A 1 hora y 2 minutos en coche (70.9 km).
- Porto Petro: rodeado de calas cristalinas y enmarcado por el Parque Natural de Mondragó. A 49 minutos en coche (51 km).
- Santa Margarita: localidad que conserva un espíritu auténtico, alejado en gran medida de las rutas turísticas masivas. A 51 minutos en coche (64.1 km).
- Estellencs: un idílico pueblo costero asentado en la Sierra de Tramuntana de Mallorca. A 1 hora en coche (49.9 km).
-Lugares Turísticos
- Artà: quí encontrarás un destino completo, historia milenaria, calles empedradas llenas de encanto, paisajes naturales vírgenes, calas salvajes y un patrimonio cultural único. A 1 hora y 3 minutos en coche (74.8 km).
- Sant Elm: fue un humilde puerto pesquero y se ha transformado con los años en un apacible destino turístico. A 50 minutos en coche (55.8 km).
- Sa Ponsa: lugar cosmopolita y vibrante, repleto de hoteles, restaurantes, clubes náuticos y campos de golf. A 35 minutos en coche (41.2 km).
- Magaluf: zona referente de Mallorca, playas de aguas turquesa y arenas finas, infraestructuras modernas, espectáculos y parques temáticos y vida nocturna. A 31 minutos en coche (37.2 km).
- Can Picafort: uno de los grandes complejos turísticos de la isla, hace apenas unas décadas era un humilde pueblo de pescadores. A 1 hora en coche (72.5 km).
Cómo llegar a Cala Blava
Llegar a Cala Blava es bastante sencillo, tanto en coche como en transporte público:
- En autobús: aunque la urbanización no está perfectamente comunicada, existen opciones. El transporte interurbano TIB ofrece la línea 504, y la EMT de Palma conecta la capital con Cala Blava a través de la línea 23, con una duración de unos 45 minutos desde el centro.
- En coche: desde Palma se toma la autopista Palma-Llucmajor (Ma-19) y se sale en la salida 13 (Arenal – Cala Blava). A partir de ahí, la carretera Ma-6014 lleva hasta la urbanización. Una vez dentro, hay señalización hacia la cala. El aparcamiento en las calles cercanas suele ser relativamente fácil.
- Si estás alojado en Palma, te recomendamos aquí un alquiler de bicis o aquí un alquiler de coches para poder desplazarte por la isla a tu antojo.
Cala Blava: una cala escondida a un paso de Palma
Aunque se encuentre en un entorno urbanizado, Cala Blava mantiene ese aire de pequeña cala secreta que sorprende por su belleza y tranquilidad. No es una playa de grandes servicios ni de comodidades, pero precisamente ahí radica su encanto: un rincón sencillo, de aguas cristalinas y ambiente familiar, a solo unos minutos de Palma y El Arenal.
Ideal para pasar una mañana relajada, para darse un chapuzón tras una excursión por la zona o para disfrutar de un atardecer sobre la bahía de Palma, Cala Blava es uno de esos lugares que demuestran que Mallorca todavía guarda tesoros escondidos muy cerca de sus zonas más turísticas. Si decides pegarte una escapada a esta maravillosa cala, te recomendamos una guía de objetos que te pueden venir bien para tu viaje:
- Zapatillas de senderismo
- Set de Snorkel
- Toalla de microfibra compacta
- Crema solar resistente al agua
- Gafas de sol polarizadas
- Chanclas antideslizantes
- Mochila antirrobo
En este artículo encontrarás algunos enlaces de afiliado. Si reservas o compras algo a través de ellos, nos ayudas a seguir creando contenido independiente y útil, sin que a ti te cueste nada extra. ¡Mil gracias por hacerlo posible!
Créditos Fotográficos
Te dejamos a continuación las atribuciones por los derechos fotográficos por orden de aparición, las fotos libres de derechos no serán enumeradas en la lista de abajo:
- Antoni Salvà, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons
- Sergei Gussev, CC BY 2.0, via Wikimedia Commons
- Sergei Gussev, CC BY 2.0, via Wikimedia Commons
- Sergei Gussev, CC BY 2.0, via Wikimedia Commons
6 comentarios